(Mérida, 10/05/2024).- Hace un mes, el 10 de abril de 2024, el presidente ilegítimo Nicolás Maduro anunció el lanzamiento de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación «Dr. Humberto Fernández Morán», así como la creación de la Universidad de las Ciencias. En ninguna nota de prensa oficial sobre este anuncio se menciona a la antigua Misión Ciencia, puesta en marcha en 2006 por el expresidente Chávez y sobre cuyos proyectos, presupuestos e impactos no hay rendición de cuentas.
El Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes (ODH-ULA) elaboró un informe en 2020 titulado El declive de la investigación científica en Venezuela. Covid-19 y la Emergencia Humanitaria Compleja. Allí se describe el deterioro progresivo de las capacidades científicas y tecnológicas del país, como consecuencia de políticas estatales implementadas desde 1999, cuando Hugo Chávez llegó al poder. Estas políticas realmente se diseñaron con el objetivo de politizar, centralizar y controlar la labor de los científicos venezolanos, sometiéndolos a los postulados de los «planes socialistas de la patria».
En 2021 el ODH-ULA analizó específicamente la Situación de la investigación en la Universidad de Los Andes y dos años antes El sistema paralelo universitario en Venezuela (2003-2019), creado por el chavismo y continuado por el madurismo. En este último informe se demuestra que la supuesta expansión de la educación superior en Venezuela —con la falsa creación de casas de estudio que realmente existían antes de 1999— no ha sido más que otra forma de politizar y controlar el sistema educativo del país, en detrimento de la libertad académica y la autonomía universitaria.
Políticas de ciencia en Venezuela no son consultadas con científicos
El equipo de prensa del ODH-ULA conversó con dos científicas venezolanas sobre el lanzamiento de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación y el anuncio de creación de la Universidad de las Ciencias, para conocer sus opiniones sobre estos proyectos y si el gobierno consultó con la comunidad científica en la fase de elaboración de los mismos.
Gioconda Cunto de San Blas, bióloga molecular y bioquímica venezolana, quien es investigadora emérita del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), dijo al ODH-ULA que esta comunidad de científicos no fue consultada sobre la nueva «gran misión» anunciada por Maduro. «Parece mentira, pero en el IVIC no sabemos mucho más de lo que aparece en notas de prensa», aseguró.
Una respuesta similar dio la actual presidenta de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman), Liliana López, doctora en geoquímica y profesora universitaria. «Para muchos científicos en Venezuela y para los que conformamos la Acfiman, esta noticia nos llegó como al resto de los venezolanos, únicamente a través de sus anuncios (los del gobierno). Es decir, no estábamos informados de su creación y mucho menos fuimos consultados sobre este tema», precisó.
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Nueva «Gran Misión» plantea vértices poco claros para los que no hay recursos ni condiciones
Según el anuncio de Maduro, la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación cuenta con cinco vértices de acción: 1) siembra y preservación del talento científico nacional; 2) fortalecer los espacios para la investigación, el desarrollo y la investigación científica; 3) ciencia, tecnología e innovación para la producción y la economía; 4) Venezuela hacia la transformación digital; 5) cooperación y alianzas internacionales.
Para López, estos vértices no cubren ni identifican claramente las necesidades actuales de recuperación y avance de la ciencia en el país. «El primer vértice se refiere a la formación de científicos calificados a nivel nacional. Aquí las preguntas serían: ¿cómo lograrlo en Venezuela, donde nuestras universidades carecen de un número adecuado de personal calificado para la formación de estos nuevos profesionales?», señala la presidenta de la Acfiman.
Sobre el segundo y tercer vértice, la científica se pregunta: «¿Cómo se designará un presupuesto para fortalecer los espacios para el desarrollo de la investigación científica y cómo esta podrá contribuir en la producción y por lo tanto en la economía del país? Esto requiere que se reconozca el estado deplorable en el que están muchas de nuestras universidades autónomas, ya que no cuentan con laboratorios y equipos que permitan hacer y enseñar ciencia de calidad. Por lo tanto, debería el Estado entregar presupuestos que permitieran la ejecución de proyectos para mejorar los espacios para la ciencia», enfatiza.
Acerca de la transformación digital de Venezuela que plantea el cuarto vértice de la nueva «Gran Misión», López insiste en la importancia de que el gobierno explique cómo se logrará este objetivo en las actuales circunstancias que vive la investigación científica nacional, además de la necesidad de definir qué tipo de cambios se buscan y con qué tecnologías digitales.
Finalmente, sobre el vértice relacionado con la cooperación y las alianzas internacionales, López señala la necesidad de definir qué tipos de cooperación y alianzas necesita Venezuela para el desarrollo científico. «Si incluye la formación de profesionales en el exterior, hay que indicar dónde, y esto implicaría el otorgamiento de becas y definir las áreas científicas prioritarias. Sobre las alianzas internacionales, también debe decirse con qué tipo de instituciones se harían», precisa.
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Anuncio de nueva universidad no es novedoso sino cínico
Sobre el anuncio de creación de la Universidad de las Ciencias, que funcionaría en los espacios del IVIC, el ODH-ULA también consultó con la científica Cunto de San Blas. «Sabemos que se está haciendo el proyecto para la creación de la Universidad de las Ciencias. Inclusive, tengo entendido que ya el edificio está en construcción en terrenos del IVIC, pero no tenemos mayores noticias. Lo que sí te puedo afirmar es que esa fue una idea que surgió hace muchísimo tiempo. Desde hace como 30 años le han estado dando vueltas a esa idea en el IVIC», afirmó.
Para la científica, el proyecto original de la nueva universidad consiste en ofrecer estudios superiores en distintas áreas de ciencia y tecnología que puedan completarse en menos tiempo del que toma una carrera universitaria. «Para un joven de hoy en día, tener una carrera corta que le garantice su subsistencia en cosas novedosas, como por ejemplo tecnología robótica, es muy valioso. Pero en realidad yo no sé qué es lo que están haciendo, porque nosotros como investigadores del IVIC no hemos tenido una reunión ni una asamblea con la dirección donde se nos informe de lo que se está haciendo al respecto», dijo Cunto de San Blas.
En el informe elaborado por el ODH-ULA sobre el sistema paralelo universitario se pudo determinar que la creación de nuevas —o presuntamente nuevas— universidades en Venezuela ha sido realmente una expansión del control político, económico e ideológico sobre la educación superior del país. A través de la Misión Sucre y la posterior Misión Alma Mater, los regímenes de Chávez y Maduro desarrollaron un sistema caracterizado por su subordinación al Ejecutivo Nacional y la ausencia de autonomía y libertad académica. Este sistema está conformado en su mayoría por instituciones que ya existían antes de 1999 y que fueron intervenidas para controlarlas.
El informe del ODH-ULA también da cuenta de la desviación de importantes recursos del Ministerio de Educación Universitaria hacia programas proselitistas a partir de 2003, al tiempo que se reducían progresivamente los presupuestos asignados las universidades autónomas, lo que causó el declive de la educación superior y la investigación científica en Venezuela. Por esto, el anuncio de creación de una nueva universidad, mientras las existentes mueren de mengua, resulta cuando menos cínico.
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La extinta Misión Ciencia y su fracaso
El 19 de febrero de 2006, Hugo Chávez anunció la puesta en marcha de la Misión Ciencia. Este programa social —el primero de su gestión dedicado exclusivamente al desarrollo científico y tecnológico del país— establecía cinco áreas prioritarias: 1) salud; 2) hábitat y desarrollo endógeno; 3) energías; 4) soberanía y seguridad alimentaria; y 5) seguridad y defensa.
Liliana López recuerda que la Misión Ciencia también incluía un plan de formación en Ciencias Básicas que planteaba un sistema de becas de pregrado y postgrado en universidades nacionales, para aumentar la formación de nuevos científicos y tecnólogos que contribuyeran al desarrollo de las áreas prioritarias mencionadas.
«El impacto de esta primera Misión ha sido de constante evaluación en nuestra academia desde su creación. Se hicieron muchos pronunciamientos y publicaciones que indicaban el problema del deterioro en la educación y en la ciencia en Venezuela, resultado de que esa Misión no fue exitosa. Nuestra academia siempre ha denunciado la situación actual de la ciencia en Venezuela», indica López.
La más reciente evaluación sobre el estado de la ciencia en el país fue hecha por los científicos Ismardo Bonalde y Bárbara Montañes. Sus hallazgos se publicaron en un artículo titulado «Producción de conocimiento en Venezuela 1970-2022», disponible en este Boletín de la Acfiman. Los autores encontraron que, desde 2009, Venezuela es el único país (de los 14 con mayor producción en América Latina y el Caribe) con tasa negativa de generación de conocimiento, pasando del quinto lugar en 2006 al décimo primero en 2022. «La empedernida y exclusiva caída, que ya lleva 15 años, es sin duda lo más deslustrado en la historia del quehacer científico, tecnológico y humanístico de Venezuela», sostienen.
López dijo al ODH-ULA que, debido a la importancia de dicha investigación, el 15 de marzo de este año la Acfiman realizó un foro sobre los esfuerzos por la generación de conocimiento científico en Venezuela. En esta actividad participaron los profesores Gloria Buendía, decana de Investigación y Desarrollo de la Universidad Simón Bolívar (USB); Alejandro Gutiérrez, coordinador del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes (CDCHTA) de la ULA; y Alexis García Piñero, director del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CDCH) de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Para la presidenta de la Acfiman, lo que realmente necesita el país son políticas de financiamiento bien establecidas, laboratorios bien equipados y centros de trabajo con buenas oportunidades laborales. «Para otorgar los financiamientos es necesaria la revisión por pares de las propuestas de investigación y cuya evaluación se base principalmente en sus méritos como investigadores y docentes. Por supuesto que también se requiere una remuneración adecuada, sueldos acordes con el trabajo que se realiza», apunta López.
El ODH-ULA se suma a las exigencias planteadas por la Acfiman y la comunidad científica al Estado venezolano y exhorta a las autoridades competentes a definir verdaderas políticas de desarrollo científico y tecnológico, en conjunto con los expertos más cualificados, así como detener la asfixia presupuestaria aplicada a las universidades públicas desde hace dos décadas.
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